Con la promoción de la candidatura del Fado a la lista representativa del Patrimonio Cultural  Inmaterial de la Humanidad daremos inicio durante el año 2011, a través de un extenso número de acciones, eventos y proyectos, a una etapa fundamental de este recorrido que  dura ya media década, en aras del reconocimiento patrimonial de esta expresión artística determinante para nuestra identidad cultural. Procuraremos afirmar de esta forma, en este nuevo año, un cambio de escala de la máxima importancia: el que va de alcanzar un objetivo a construir un designio.

Tras varios años de profunda y rigurosa investigación, en la que ha participado toda la comunidad del Fado en su sentido más amplio (artistas, investigadores, promotores, intelectuales, etc.), el 15 de julio pasado tuvo lugar la entrega oficial de la Candidatura a la UNESCO. Se alcanzaba así, sin duda, un objetivo de la máxima importancia; con todo, el Fado nunca podrá ser plenamente Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad si no es antes Patrimonio de todos y cada uno de nosotros.

Ciertamente, a lo largo de este tiempo innumerables personas, organizaciones, autoridades, grupos de ciudadanos, han apoyado nuestra causa con sinceridad y entusiasmo. A todos ellos les expresamos desde aquí nuestra enorme gratitud, si bien en este momento resulta imperativo lanzar un amplio movimiento de capacitación y participación.

Únicamente a través de la capacidad de entrega a una causa que nos define de una forma tan inmaterial conseguiremos construir el legado que generosamente deseamos compartir con el mundo entero.

De esta materia están hechos los designios.

Miguel Honrado